1. ACLARANDO LOS TÉRMINOS

ACLARANDO LOS TÉRMINOS


"Introducción"

"Introducción" en primer lugar porque mi propósito es presentar tan solo una panorámica inicial del cristianismo bíblico para que el lector pueda hacerse una primera idea, no exhaustiva, pero suficiente, del mismo. "Introducción" en segundo lugar porque el cristianismo bíblico es una llamada divina a tomar un camino de vida, demanda una decisión, es eminentemente práctico, es una experiencia de vida. Por tanto, aquí sólo estaremos apuntando descriptivamente esa experiencia vital a la que todo ser humano está llamado.

"Al Cristianismo"

El primer nombre por el que se identificaba al grupo de los que seguían a Jesús como discípulos era “los del Camino”:

“1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén” (Hechos 9:1-2).

Los que seguían a Jesús, los discípulos de Jesús, eran 'los de este Camino', en referencia al movimiento originado por Jesús de Nazaret. En realidad, Jesús vino a enseñar el camino de regreso a Dios, porque todos andábamos en nuestros propios caminos, desobedientes y rebeldes a Dios, esclavos del pecado y del poder de la muerte:

“Hay un camino que al hombre le parece derecho, pero que al final es camino de muerte” (Proverbios 14:12).

Entonces “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí” (Juan 14:6).

El Camino del Señor es el Señor Jesús mismo.

"Camino" hace referencia a la manera de conducirse en la vida, la manera de vivir. El Camino de Dios, el Camino del Señor Jesús, es la manera de vivir conforme a la voluntad de Dios. Y es algo concreto que se puede aprender:

“24 Llegó entonces a Éfeso cierto judío llamado Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente y poderoso en las Escrituras. 25 Este había sido instruido en el Camino del Señor; y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas acerca de Jesús, aunque conocía solamente el bautismo de Juan. 26 Comenzó a predicar con valentía en la sinagoga, y cuando Priscila y Aquilas le oyeron, le tomaron aparte y le expusieron con mayor exactitud el Camino de Dios (Hechos 18:24-26).

En las sagradas Escrituras este Camino recibe varios nombres, que indican diferentes aspectos del mismo:
  • El Camino de Dios (Mateo 22:16; Marcos 12:14; Lucas 20:21; Hechos de los Apóstoles18:26
  • El Camino del Señor (Hechos de los Apóstoles 18:25)  
  • El Camino de salvación (Hechos 16:17)  
  • El Camino de justicia (Mateo 21:32; 2Pedro 2:21)  
  • El Camino de paz (Romanos 3:17)  
  • El Camino recto (2Pedro 2:15)  
  • El Camino de la verdad (2Pedro 2:2)  
  • El Camino que lleva a la vida (Mateo 7:14)
Pero muy pronto, y por primera vez en Antioquía de Siria, se comenzó a llamar "cristianos" a los discípulos de Jesús:

"Y sucedió que se reunieron todo un año con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía" (Hechos de los Apóstoles 11:26).

Fue, pues, un nombre dado por los que observaban desde fuera. Decían: estos son seguidores de Jesús considerado "el Cristo" (enseguida veremos el significado e implicaciones de ese término).

En realidad, como alguien señaló, hay en el Nuevo Testamento (la segunda parte de la Biblia) cuatro grandes designaciones para el asunto básico que en él se desarrolla, la verdad vital a la que se refiere: ‘el Evangelio’, ‘el Camino’, ‘la Fe’ y ‘el Testimonio’. Aquello que ahora ha venido a ser conocido como «cristianismo» fue entonces expresado por alguno de estos cuatro nombres.

Por tanto, este libro es una introducción al Evangelio (buenas noticias) de Dios; una introducción al Camino de Dios, a la manera de vivir conforme a la voluntad de Dios según Jesús de Nazaret; una introducción a la Fe en el sentido del depósito (contenido) de la revelación de Dios al hombre; una introducción al Testimonio que Dios ha dado al mundo en su Hijo Jesús.

"Bíblico"

Me adhiero a la corriente de aquellos cristianos (sobre cuyos hombros escribo este libro - ver bibliografía al final) que vienen tratando de redescubrir el cristianismo en sus fuentes, tal como salió de las manos de Jesús y sus apóstoles guiados por el Espíritu de Jesucristo y quedó registrado en el Nuevo Testamento. Antes de ser afectado por siglos de teologías y tradiciones de hombres, modificado al beber en fuentes diferentes a la Biblia, y desfigurado por la infidelidad y miseria humanas.

Tratamos aquí de presentar, pues, el Cristianismo tal como es enseñado en las sagradas Escrituras, tratando con toda honestidad de interpretarlas:

a) conforme a los criterios comunes de la sana interpretación

b) y los criterios que la Palabra misma de Dios suministra para interpretarse a sí misma.

Quien desee considerar esto con más detalle y examinar la justificación de los criterios de interpretación que asumimos, puede descargar mi estudio “¿Cómo interpretar la Biblia?” aquí:
 

Por eso, como no podría ser de otra forma, todo el tiempo estaré tratando de poner al lector en contacto directo con la Palabra de Dios. El fruto espiritual de la lectura de este libro dependerá en gran medida de la lectura atenta de los textos bíblicos que se aportan, ya sea los directamente reproducidos, o los meramente sugeridos en las citas bíblicas (por cuestión de espacio). Quien pida a Dios con corazón sencillo la luz de su Espíritu para entender, no quedará defraudado.

Apelo a la responsabilidad, honestidad y conciencia del lector para que haga sus propias comprobaciones.

Para cualquier duda u objeción, quedo a disposición del lector por medio del correo electrónico aportado más arriba.

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